
Semana 1 - Concéntrate en Dios | Día 6 - ¿Cómo veo el mundo?
ESCRITURA - Isaías 58:3-7 (NTV)
“¡Hemos ayunado delante de ti!—dicen ellos—.¿Por qué no te impresionamos? Hemos sido muy severos con nosotros mismos, y ni siquiera te das cuenta”. »¡Les diré por qué!—les contesto—. Es porque ayunan para complacerse a sí mismos. Aun mientras ayunan, oprimen a sus trabajadores. ¿De qué les sirve ayunar, si siguen con sus peleas y riñas? Con esta clase de ayuno, nunca lograrán nada conmigo. Ustedes se humillan al hacer penitencia por pura fórmula: inclinan la cabeza como cañas en el viento, se visten de tela áspera y se cubren de cenizas. ¿A eso le llaman ayunar? ¿Realmente creen que eso agrada al Señor? »¡No! Esta es la clase de ayuno que quiero: pongan en libertad a los que están encarcelados injustamente; alivien la carga de los que trabajan para ustedes. Dejen en libertad a los oprimidos y suelten las cadenas que atan a la gente. Compartan su comida con los hambrientos y den refugio a los que no tienen hogar; denles ropa a quienes la necesiten y no se escondan de parientes que precisen su ayuda.
OBSERVACIÓN
Este pasaje inquietante es una conversación entre Dios y su pueblo, los israelitas. "¡Dios, hemos estado ayunando para honrarte! ¿Por qué no te importa lo que te hemos estado pidiendo?" La respuesta de Dios: "Sí, puede que estéis ayunando por definición, pero aunque ayunéis, todavía estáis divididos y odiados entre vosotros. ¿Realmente pensáis que lo que quiero de vosotros es sólo un día en el que os 'humilléis' y luego volváis? ¿Que todo vuelva a ser normal una vez que hayas terminado? No, el ayuno que quiero de ti es una comunidad que luche contra la injusticia, se preocupe por los oprimidos, se preocupe por los necesitados y se ame unos a otros". Guau. Eso es mucho.
APLICACIÓN
Quizás pregunte: "Entonces, ¿deberíamos seguir ayunando? No parece que a Dios le importe demasiado". Este pasaje nos dice que a Dios le importa más una comunidad transformada por su amor que la privación ritual de alimentos. Si ese es el caso, ¿puede un ayuno ayudarnos a transformar una comunidad? Si lo hacemos bien, lo hará.
Cuando ayunamos, limitamos nuestra comida para sentir intencionalmente malestar en nuestro cuerpo. Deberíamos pedirle a Dios que use nuestra experiencia con el hambre y la incomodidad para cambiar la forma en que vemos y sentimos acerca de las personas necesitadas, oprimidas o perdidas. Queremos vaciarnos de nosotros mismos y llenarnos del corazón de Dios para el mundo que nos rodea. Un verdadero ayuno nos forma para preocuparnos por lo que a Dios le importa.
ORACIÓN
Pídele hoy a Dios que use la incomodidad que sientes durante tu ayuno para recordarte el dolor que Él siente cuando otros no experimentan Su amor.
"Dios, ayúdame a ver el mundo como tú lo ves y a preocuparme por lo que a ti realmente te importa. ¡Ayúdame a recordar que tu corazón es para que las personas alrededor del mundo y a mi alrededor conozcan la plenitud de quién eres!"
“¡Hemos ayunado delante de ti!—dicen ellos—.¿Por qué no te impresionamos? Hemos sido muy severos con nosotros mismos, y ni siquiera te das cuenta”. »¡Les diré por qué!—les contesto—. Es porque ayunan para complacerse a sí mismos. Aun mientras ayunan, oprimen a sus trabajadores. ¿De qué les sirve ayunar, si siguen con sus peleas y riñas? Con esta clase de ayuno, nunca lograrán nada conmigo. Ustedes se humillan al hacer penitencia por pura fórmula: inclinan la cabeza como cañas en el viento, se visten de tela áspera y se cubren de cenizas. ¿A eso le llaman ayunar? ¿Realmente creen que eso agrada al Señor? »¡No! Esta es la clase de ayuno que quiero: pongan en libertad a los que están encarcelados injustamente; alivien la carga de los que trabajan para ustedes. Dejen en libertad a los oprimidos y suelten las cadenas que atan a la gente. Compartan su comida con los hambrientos y den refugio a los que no tienen hogar; denles ropa a quienes la necesiten y no se escondan de parientes que precisen su ayuda.
OBSERVACIÓN
Este pasaje inquietante es una conversación entre Dios y su pueblo, los israelitas. "¡Dios, hemos estado ayunando para honrarte! ¿Por qué no te importa lo que te hemos estado pidiendo?" La respuesta de Dios: "Sí, puede que estéis ayunando por definición, pero aunque ayunéis, todavía estáis divididos y odiados entre vosotros. ¿Realmente pensáis que lo que quiero de vosotros es sólo un día en el que os 'humilléis' y luego volváis? ¿Que todo vuelva a ser normal una vez que hayas terminado? No, el ayuno que quiero de ti es una comunidad que luche contra la injusticia, se preocupe por los oprimidos, se preocupe por los necesitados y se ame unos a otros". Guau. Eso es mucho.
APLICACIÓN
Quizás pregunte: "Entonces, ¿deberíamos seguir ayunando? No parece que a Dios le importe demasiado". Este pasaje nos dice que a Dios le importa más una comunidad transformada por su amor que la privación ritual de alimentos. Si ese es el caso, ¿puede un ayuno ayudarnos a transformar una comunidad? Si lo hacemos bien, lo hará.
Cuando ayunamos, limitamos nuestra comida para sentir intencionalmente malestar en nuestro cuerpo. Deberíamos pedirle a Dios que use nuestra experiencia con el hambre y la incomodidad para cambiar la forma en que vemos y sentimos acerca de las personas necesitadas, oprimidas o perdidas. Queremos vaciarnos de nosotros mismos y llenarnos del corazón de Dios para el mundo que nos rodea. Un verdadero ayuno nos forma para preocuparnos por lo que a Dios le importa.
ORACIÓN
Pídele hoy a Dios que use la incomodidad que sientes durante tu ayuno para recordarte el dolor que Él siente cuando otros no experimentan Su amor.
"Dios, ayúdame a ver el mundo como tú lo ves y a preocuparme por lo que a ti realmente te importa. ¡Ayúdame a recordar que tu corazón es para que las personas alrededor del mundo y a mi alrededor conozcan la plenitud de quién eres!"