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Semana 2 - Escuchando a Dios | Día 10 - ¿Quién soy yo para Dios?

ESCRITURA - Mateo 3:13-17 (NTV)
Luego Jesús fue de Galilea al río Jordán para que Juan lo bautizara, pero Juan intentó convencerlo de que no lo hiciera. Yo soy el que necesita que tú me bautices dijo Juan, entonces, ¿por qué vienes tú a mí? Pero Jesús le dijo: Así debe hacerse, porque tenemos que cumplir con todo lo que Dios exige. Entonces Juan aceptó bautizarlo. Después del bautismo, mientras Jesús salía del agua, los cielos se abrieron[g] y vio al Espíritu de Dios que descendía sobre él como una paloma. Y una voz dijo desde el cielo: Este es mi Hijo muy amado, quien me da gran gozo.

OBSERVACIÓN
Este pasaje es un momento especial en la vida de Jesús. Recuerde que Jesús vino a mostrarnos cómo era estar en perfecta relación con Dios como ser humano. (¡Es por eso que Jesús modeló el bautismo para nosotros!) Pero no se pierda esto: antes de que Jesús haga algún milagro, comparta el Evangelio o cumpla los deberes del Mesías (salvador), Dios expresa su total aprobación frente a docenas, si no cientos de personas para hacerles saber a todos 1) Jesús era su hijo y 2) que Dios estaba complacido con él.

APLICACIÓN
Si Jesús vino a mostrarnos cómo es caminar con Dios, ¿adivinen qué? Si te has comprometido a honrar a Dios con tu vida, entonces, como Jesús 1) eres un hijo adoptivo de Dios y 2) Dios está complacido contigo.

No necesita demostrar su valía, hacer suficientes cosas buenas o esforzarse para recibir la aprobación de Dios. Se comienza con la aprobación de Dios y luego, de un desbordamiento de Su amor, surgen cambios de comportamiento y buenas obras.

ORACIÓN
Cuando conocemos nuestra identidad, tenemos el poder para vivir la vida a la que Dios nos ha llamado. Tal vez necesites escuchar de Dios lo que dice acerca de quién eres como su amado hijo o hija. Quizás Dios te anime hoy a que eres una buena mamá, que eres una amiga fiel o que eres una excelente jefa. ¿Quién dice Dios que eres?

"Dios, gracias porque soy un niño adoptado en tu familia a través de Jesús. Hoy te pregunto: '¿Quién dices que soy?' Ayúdame a escuchar de ti, a retener tus palabras y a permitir que cambien mi vida. Háblame hoy. En el nombre de Jesús, amén".